viernes, 13 de mayo de 2011

Los Anillos



Los seres humanos han utilizado muchos objetos para adornarse casi desde que existen. Los anillos son aros que se han usado en el cuerpo desde hace mucho tiempo como adorno, o incluso con algún significado especial.
   Básicamente, están constituidos por un círculo, los hombros y la montura. A esta montura, se acostumbra hacerle incrustaciones con diferentes piedras, que pueden ser desde un hermoso diamante hasta un vidriecito brillante que tenga brillos de colores.
    Los más antiguos datan de la época del viejo Egipto. Primero fueron utilizados como un sello, para darles autenticidad a diferentes documentos. Estos estaban conformados por jeroglíficos grabados en la montura, que representaban el nombre y los títulos de su dueño.
   Los griegos empezaron a utilizarlos más como un adorno que otra cosa, y fue en el período helenístico, que se inició la costumbre de ponerles piedras como granates sobre la montura. Por el contrario, en Roma tenían todo un significado de poder y de estatus social. Durante los años de la República, el anillo mostraba la clase a la que se pertenecía, pues la mayoría eran hechos de hierro, excepto los de los patricios (nobles romanos) o los de los senadores que eran de oro. Sin embargo, ya en el tercer siglo antes de la era común (a. e. c.) este privilegio se había extendido a los altos generales y a los oficiales y en el siglo tercero de la era común (d. e. c.), el uso del anillo se había generalizado casi por completo, exceptuando claro a los esclavos.
   La utilización del anillo como símbolo de unión eterna a otra persona en matrimonio nos viene precisamente de los romanos.
   Posteriormente, durante la Edad Media y hasta hoy, algunos anillos adquirieron importancia religiosa y cultural. El Papa de la Iglesia Católica usaba y usa un anillo especial, llamado el Anillo del Pescador que todos deben besar y que sirve como sello papal. Además el Papa le da a sus cardenales los llamados anillos papales.
   Por otra parte, todos los reyes, condes, y demás nobles tenían su anillo personal que usaban como sello. Durante esta época era ilegal abrir un documento con este sello, pues era la única forma que se tenía de garantizar su autenticidad.
   Por otro lado surgieron anillos de otras clases como los que se usan en conmemoración de un hecho o de una persona, los que llevan un verso inscrito, los ocultistas, que se usaban como talismanes para obtener ciertos poderes, e incluso algunas personas usaban los anillos venenosos, los cuales guardaban una cantidad de veneno para asesinar a cualquiera que se interpusiera en el camino o para suicidarse. Además se crearon los anillos con contenedores, para guardar la foto de algún ser amado, perfume o una pequeña flor.
   Desde el siglo XIX y hasta nuestros días los anillos se empezaron a hacer de muchas maneras. Se les agregaron piedras de todas clases, su producción se industrializó y hoy la mayoría son hechos a máquina. Los materiales pueden ir desde una simple madera hasta el oro más fino, las gemas que los adornan son miles y los diseños varían de igual forma.
   Hoy, cuando se inicia el siglo XXI, los anillos se usan en diversas partes del cuerpo, hay para las manos adecuados a cada dedo, para los dedos de los pies, para la nariz y para el ombligo, aunque estos últimos nosotros los conocemos como aretes. En general su uso es totalmente ornamental. No obstante, hay algunos que siguen teniendo un significado especial, como los de matrimonio, de compromiso o los de graduación.
   Las nuevas generaciones han optado por usar toda clase de anillos, generalmente plateados, sin ningún valor, y en casi todos los dedos de las manos. Muchos tienen hoy formas de animales, de calaveras, de signos zodiacales, en fin de lo que se pueda.
   Por eso, en estos días en que la moda es cada vez más ecléctica y el estilo lo decides tú, puedes usar los anillos que quieras y donde quieras. Todo está permitido así que lo único que se requiere es que a ti te guste.

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